Estilista digital

¿No veis las revistas de la peluquería, echáis un vistazo a las personas que seguís en redes sociales o veis la tele y pensáis: “Jolines, ¡qué guapa! Claro, así se podrá, ellas tienen estilistas y de todo… Con dinero cualquiera tiene estilo”. 

Yo también pensaba igual, pero, ¿sabéis qué? NO hace falta ser modelo, ejecutiva, instagramer o influencer para estar vestida de acuerdo con quien eres y sacar lo mejor de ti.

Mi imagen es algo que después de tener a mis hijos abandoné completamente. La falta de tiempo, de ganas y el cansancio, hicieron que como muchas madres acabara empujando un carrito con una pinza sujetando un moño mal hecho, unos vaqueros (casi siempre los mismos) zapatillas planas y un bolso cruzado. ¿Os suena?

Así pasé algunos años, en los que con la excusa de que no tenía tiempo para el cuidado de los niños, me fui dejando para acabar comprándose cosas hiper cómodas (casi caigo en el “chandalismo”) o bien de precio.

Sin embargo, cuando me divorcié, un buen día abrí el armario y me di cuenta que había hecho casi sin pensarlo 2 lados. Uno el de mamá con el chandalismo, y el otro lado, la mujer soltera que se híper arreglaba y se ponía tacones. En cualquier caso, toda aquella ropa ya no me representaba; yo ya no era ni una mamá de carrito, pues mis niños habían crecido, ni una soltera.

Me senté en la cama y me di cuenta que no sabía en realidad quién era, ni qué debía ponerme.

Fue entonces cuando descubrí a nuestra terapeuta de estilo, y tras hacer con ella el programa, fui consciente de quién soy ahora, qué quiero transmitir y qué ropa es la que me representa en esta nueva etapa de mi vida.