Las relaciones de pareja han generado una notable literatura específica que, desde diferentes enfoques y con las más variadas intenciones, ha tratado de arrojar algo de luz sobre tan compleja realidad.
Uno de los aspectos que más interés genera es el de los problemas que pueden derivar en rupturas y/o situaciones desagradables dentro de la pareja. Es cierto que existen casi tantos baches como relaciones pero hay cinco problemas de pareja especialmente graves y recurrentes.
Problema de pareja 1: Celos en la pareja
Los celos y la dificultad de controlarlos es uno de los detonantes de discusiones por antonomasia. Generalmente, se trata de un sentimiento de inquietud y/o preocupación cuando la pareja realiza según qué acciones o se mueve en determinados ambientes sociales y que puede derivar en altos niveles de ansiedad. Lo más usual es que esta desconfianza genere una situación de tensión en la pareja, bien porque una de las partes recrimine a la otra su conducta, bien porque esta considere que no existe base para preocuparse.
Las personas celosas tienen grandes dificultades para permitir a sus parejas llevar el estilo de vida que estas desearían. Puede ocurrir que la otra parte tenga una personalidad algo más complaciente y conciliadora y que se pliegue sistemáticamente a las demandas de la parte celosa de la relación. Sin embargo, esto no solo no elimina el problema sino que lo agrava, ya que es solo cuestión de tiempo que esta desconfianza se traduzca en resignación y frustración en la pareja.
Por supuesto, también puede suceder que una de las partes no acepte, por principio, que la otra desconfíe sistemáticamente de cuanto hace. En este contexto, las discusiones de pareja serán habituales y, salvo que la persona celosa desista de su actitud, el distanciamiento entre ambos será cuestión de tiempo.
Problema de pareja 2: Incompatibilidad de los proyectos de vida
Es una cuestión que no suele ser tan evidente como la anterior pero que puede llegar a provocar rupturas en parejas aparentemente consolidadas. Contar con un proyecto de vida en común que satisfaga las aspiraciones de ambas partes de la pareja es esencial para que esta siga adelante. Cuando una de las partes de la relación trata de imponer su visión a largo plazo a la otra, es posible que esta se sienta frenada en sus aspiraciones vitales.
Cuando esto último ocurre, quizá no se produzca una ruptura o una separación de manera inminente. No obstante, si uno de los miembros de la pareja considera que el proyecto de vida que se le ofrece no le resulta atractivo o le imposibilita alcanzar otras metas, la relación está condenada de antemano. Es por ello que conviene que tan sensible tema quede esclarecido lo más pronto posible. En caso contrario, la relación podría prolongarse durante mucho tiempo pero cuando llegue el momento de dar pasos verdaderamente importantes, las dudas aflorarán con mucha mayor intensidad.
Una forma de evitar este desenlace es el de realizar un test de personalidad en los primeros compases de la relación o, incluso, antes de dar comienzo a la misma. Esto no solo no resta romanticismo a la experiencia de pareja sino que aporta a ambas partes la tranquilidad de saber que existe un destino común que les ilusiona por igual.
Problema de pareja 3: Falta de deseo sexual
La falta de deseo sexual no es un problema de pareja per se sino más bien un indicador de que algo no marcha como debería. La atracción física es una de las consecuencias del enamoramiento (aunque también puede darse sin que exista un vínculo afectivo sólido o recíproco entre las partes). Es cierto que, superadas las primeras fases de la relación, este deseo tiende a ser menos intenso, aunque no debería desaparecer por completo.
El sexo en la pareja contribuye de manera decisiva a la sensación de felicidad y bienestar de ambos y en la medida en que los contactos físicos se vuelven más esporádicos o insatisfactorios, alguna de las partes podría sentirse frustrada. Es posible que la falta de deseo sexual pueda reconducirse con una terapia apropiada y aplicada antes de que la situación desemboque en enfrentamientos. Con todo, también cabe la posibilidad de que uno de los miembros haya perdido el sentimiento de atracción por el otro, lo cual resulta muy difícil de revitalizar.
Ante una situación como esta, en la que evitas compartir con alguien este problema de falta de deseo sexual porque sientes que solo te pasa a ti, o que decirlo va a traer graves consecuencias para la armonía de tu vida, lo más recomendable es contar con una Sexóloga para Mujeres que te ayude a conocer cuál es la clave de tu pérdida de pasión por tu pareja.
Problema de pareja 4: Personalidad controladora y/o posesiva
Con demasiada frecuencia, el afecto conyugal o de pareja se traduce en la necesidad casi patológica de controlar a la otra parte y saber qué está haciendo en todo momento. Obviamente, informar a la pareja sobre nuestros movimientos o nuestra agenda no tiene por qué verse como una claudicación a su voluntad de controlarnos. Sin embargo, existe una línea muy fina entre el interés en los asuntos de la pareja y la obsesión por poseerla.
Las personas con un carácter controlador y/o posesivo no son capaces de aceptar que su pareja no les informe en tiempo real de sus acciones, así como que esta no se pliegue a condicionar su día a día en base a los deseos de la otra parte. Es una conducta que, en muchos casos, está estrechamente vinculada con los celos, a los que ya hemos hecho referencia. Como no podría ser de otro modo, las personalidades controladoras tienden a generar una gran ansiedad en sus parejas y las discusiones son constantes.
No obstante, algunas personas no son capaces de reconocer que sus parejas son excesivamente posesivas y llegan a condicionar sus rutinas para complacerlas. Esto actúa como una retroalimentación para la otra parte, que siente que puede manejar a su pareja como se le antoje. Esta situación puede acabar haciéndote bastante daño mentalmente, porque terminas dudando de ti misma y sientes que te vas a volver loca. No dejes que la impotencia por solucionar este problema de pareja tan grave acabe contigo. Te ofrecemos una Terapia Psicológica confidente que te ayude a retomar las riendas de tu vida.
Problema de pareja 5: Falta de comunicación en la pareja
Uno de los problemas de pareja más clásicos es el generado por la falta de comunicación. La mayoría de las veces, se trata de una situación a la que se llega tras un lento y en ocasiones imperceptible proceso de desgaste. Es lo que sucede cuando ambas partes están muy volcadas con sus respectivas carreras o ámbitos personales y dejan de contar aspectos importantes de su día a día o de sus proyectos a su pareja.
Otra casuística bastante común es la de la pareja que ha perdido la confianza. En este caso, la falta de comunicación suele deberse a alguna mala experiencia pasada y que ha provocado un deterioro de la imagen que se tenía de la pareja. Sea cual sea el origen del problema, la falta de comunicación en la pareja es un problema muy grave y que requiere de un esfuerzo recíproco para superarlo y generar nuevamente un clima de confianza. Si no sabéis hacerlo por vosotros mismos, contad con un Mediador Familiar que os devuelva los vínculos y complicidad que habéis perdido en este tiempo.
